Las principales causas de la derrota de las fuerzas armadas argentinas en esta guerra están sin ninguna duda en el más alto nivel de la conducción superior, político – militar del conflicto.
La estrategia nacional establecida por el Comité Militar tenía un objetivo político:
“Consolidar la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur” y, para lograrlo, en forma inconsulta y sin el más mínimo análisis, adoptó, en enero de 1982, ante la reiterada y evidente falta de progreso de las negociaciones con el Reino Unido, la resolución de prever el empleo del poder militar, sin determinar la oportunidad, que quedaba sujeta a los resultados de un nuevo intento de solución diplomática, en la 6ª Ronda de negociaciones a realizarse en febrero del mismo año en Nueva York.
El concepto estratégico para materializar esta resolución se basaba en 2 supuestos, implícitos en todo el planeamiento y explícitos en el Análisis de las Capacidades del Enemigo, y en las tareas impuestas al área de Relaciones Exteriores, a saber:
– Gran Bretaña sería disuadida de ejecutar una acción armada total, optando por la aceptación de la situación militar consumada y negociando una solución definitiva.
– EEUU apoyaría o, por lo menos, adoptaría una posición neutral complaciente para la recuperación consumada.
Ambos supuestos surgen del estudio de las Directivas Estratégicas Nacionales 1 y 2, y de la Directiva Estratégica Militar Nº 1.
En la última semana de abril, estos 2 supuesto de trabajo del nivel nacional y militar estaban totalmente descartados por la realidad, que era diametralmente opuesta, …¡¡¡Gran Bretaña había lanzado una reacción militar total y EEUU junto con la OTAN y la Comunidad Económica Europea le daban apoyo!!!
¿Cuáles eran entonces las previsiones adoptadas para enfrentar la reacción militar británica?
En el planeamiento de la recuperación militar de las islas, su mantenimiento y defensa quedaban a cargo de una guarnición de aproximadamente 500 hombres, con algunos medios aéreos y navales.
Con ello se pensaba enfrentar la capacidad enemiga a la que se había asignado prioridad, en cuanto a la posibilidad de concreción, esta capacidad contemplaba una reacción diplomática británica, no militar, salvo algunas acciones menores como elementos de presión, desgaste y hostigamiento de la guarnición militar argentina.
Sin embargo, el Comité de Trabajo (recordar publicaciones anteriores), que había preparado la DENAC 1 y 2, apreciaba que ante una eventual reacción militar británica debían adoptarse las siguientes previsiones:
– Hacer el seguimiento de la situación estratégica militar, con un organismo de conducción del más alto nivel que debería confeccionar una nueva Directiva Estratégica.
– Desactivar el Comando del Teatro de Operaciones Malvinas, a partir del día D + 5 (7 de abril), reemplazándolo por otro, según lo que surgiera de lo expresado en el párrafo anterior.
– Prever una Reserva Estratégica Militar (REM) para el caso de producirse la reacción, determinando la dificultad de establecer a priori la magnitud, naturaleza y misión de los medios propios a oponer.
La DEMIL Nº 1/82 (Caso Malvinas) confeccionada por el EMC (Estado Mayor Conjunto) y aprobada por el COMIL en marzo de 1982, avanzaba sobre lo planeado por el Comité de Trabajo y preveía, a partir del día D+5 (7 de abril), la creación de un Comando de Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), en principio con los siguientes medios:
– El Estado Mayor (EM) del TOAS (que debió ser conjunto o sea constituido por las 3 FFAA), estaría conformado por el EM del Comando de Operaciones Navales (CON) y solo contaría con un representante de Ejército y otro de la Fuerza Aérea.
– Las fuerzas terrestres serían las de la Guarnición Militar Malvinas, y como Reserva Estratégica Operacional (REO) (Reserva a órdenes del Comandante del TOAS), el RI 8 en Comodoro Rivadavia. A estas se le agregarían otras que podría requerir el Comandante del TOAS.
– Fuerzas Navales: medios del CON.
– Fuerzas Aéreas: Las existentes en la Guarnición Malvinas, y otros que pudiera requerir el Comandante del TOAS.
El COMIL mantendría, además, en el continente, una REM, constituida por la IV Brigada de Infantería Aerotransportada (disminuida).
Es importante señalar que esta directiva emplazaba en la Patagonia, al TOS (Teatro de Operaciones Sur), muy importantes fuerzas, en previsión de una acción sorpresiva de Chile.
Como podemos observar, hasta el 2 de abril de 1982, lo planeado por el gobierno argentino no consideraba que Gran Bretaña produciría una reacción militar total, o lo que es lo mismo, no preveía una guerra.
Solo adoptó medidas para enfrentar acciones menores (bloqueo, desgaste, hostigamiento) y previsiones de carácter general para planear según evolucionara la situación, la defensa de las islas contra una eventual reacción militar total de Gran Bretaña.
En cuanto a tiempo disponible para el planeamiento, es conveniente destacar que la DENAC Nº 2/82 disponía el planeamiento estratégico militar DEMIL, nivel EMC) y Estratégico Operacional (TOAS, un nivel más abajo), en forma simultánea y concurrente, estableciendo que la operación de recuperación se realizaría a partir del 15 de mayo, en fecha a determinar, y que ambos planes deberían exponerse al COMIL, a partir del 30 de marzo.
El episodio de Puerto Leith (Georgias del Sur) (Davidoff y la escalada de la crisis), originó una aceleración del planeamiento y del alistamiento, entre el 23 y 26 de marzo, fecha esta última en la que se resolvió la ejecución de la operación para el 1 al 3 de abril, por lo que se acortaban drásticamente los plazos iniciales en más de 40 días.
A continuación secuencia fotográfica de las actividades de alistamiento y ensayo previas al 2 de abril:
Tropa de Infantería de Marina esperan el inicio de una revista de equipo
Desarrollo de una inspección de armamento y equipo de la IM
Autoridades navales pasan revista a las tropas
BDT amarrado en Puerto Belgrano.
El BDT varado en en la playa San Román en el golfo San José de la provincia de Chubut.
El Comandante del BDT, CF José L. Acuña y el Comandante del BIM 2, CFIM Alfredo R. Weinstabl luego de una formación de rutina.
El Comandante del BIM 2 en la inspección final de la Unidad.
El Comandante del BIM 2 impartiendo una directiva durante el ensayo en la playa mencionada.
El Comandante del BIM 2 y el Comandante del Batallón de Vehículos Anfibios, CFIM Carlos Cazzaniga.
El Comandante del Grupo Transporte, GT 40.2 , CN Guillermo Estrada, presidiendo una formación en la cubierta del BDT.
Embarcando material
Embarco de una subuinidad de la I.M.
Formación del BIM 2, núcleo de la FD, en la Plaza de Armas del cuartel.
Formación del personal en la cubierta principal del BDT.
Inspección final de la Unidad antes del embarco.
Los VAOs en práctica de maniobras en la playa San Román en el golfo San José de la provincia de Chubut.
Infantes de Marina esperando la inspección final
Reembarco de personal desde la playa
Un grupo de Infantes de Marina decide la suerte del pingüino.
Una columna de VAOs en la zona de la Base de I.M Baterías.
Una lancha de desembarco – LVTP – amadrinada al costado del BDT
VAO abordando la playa.
VAO reembarcando en la bodega del BDT.
VAOs en la bodega del BDT.
VAOs en práctica de maniobras en en la playa San Román en el golfo San José de la provincia de Chubut.
Vehículo Anfibio a Oruga – VAO.
Vehículo Anfibio a Rueda – VAR.
VAOs en navegación hacia la playa.
Espacio de Eduardo Frecha 